¿Cómo superar la muerte de un ser querido?
La muerte de un ser querido puede causar un sentimiento muy doloroso a los familiares y amigos. Es natural sentir, por ejemplo, la ausencia de la persona querida. Pero, ¿cómo superar el dolor de esa separación? ¿Dónde encontrar las fuerzas para continuar el propio camino? A fin de cuentas, ¡la muerte no decretó el fin de todo!
Sí, ha leído bien. Y para aclarar ese punto, vamos a recurrir a las palabras del Presidente Predicador de la Religión del Amor Universal1, José de Paiva Netto:
“Aquellos que amamos no mueren jamás, incluso encontrándose ya en el Mundo Espiritual. Muchos permanecen invisibles a nuestro lado, ayudándonos; otros pueden estar necesitando de nuestras oraciones. Oremos por ellos, para que cuando llegue nuestro momento alguien ore por nosotros, y agradezcamos a Dios por ser Dios de vivos”, expresa el autor en las Sagradas Diretrizes Espirituais da Religião de Deus, do Cristo e do Espírito Santo [Sagradas Directrices Espirituales de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo], vol. I, en el capítulo “Não há morte em nenhum ponto do Universo” [No hay muerte en ningún punto del Universo].
La vida después de la muerte
Este, por lo tanto, es el primer gran consuelo para nuestra Alma: saber que nuestro ser querido sigue vivo, no ha dejado de existir después de la muerte. Fue una de las grandes lecciones que Jesús nos dejó, cuando Él dijo en Su Evangelio, según San Marcos, 12:27, que
“(...) Dios no es Dios de muertos, sino de vivos”.
El Cristo de Dios también afirmó a la Mujer Samaritana, en el pozo de Jacob, que “Dios es Espíritu” (Buena Nueva, según San Juan, 4:24), y todos nosotros somos Espíritus Eternos, porque fuimos creados a la imagen y semejanza del Padre Celestial (Génesis, 1:26).
Por lo tanto, la vida continúa incluso después del fenómeno de la muerte (el fin del cuerpo carnal), porque nuestra vida Espiritual nunca cesa; y más, nadie se encuentra desamparado en la Tierra y en el Cielo.
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La ausencia de la persona querida
Es verdad que ya no podemos ver y escuchar a la persona querida directamente y en todo momento (pues ella ya no vive en el cuerpo carnal), pero continuará viva en su cuerpo espiritual. De esta forma, será posible sentirla con el corazón; y en el momento oportuno, se podrá tener la presencia de esos seres queridos entre nosotros o encontrarnos con ellos por medio de los sueños, por ejemplo.
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Superando el dolor
Si en este momento usted está sufriendo por la muerte de alguna persona querida, le invitamos a superar el dolor y a detenerse un instante y acompañar (haciendo juntos) la oración ecuménica del Padre Nuestro, oración que Jesús nos dejó. ¡Crea, le va a hacer muy bien a usted!
Al comprender estas enseñanzas, con el tiempo el dolor de la separación y la nostalgia serán aliviadas y superadas, aunque no sea fácil. Es importante recordar que cada uno tiene su tiempo, no es igual para todas las personas.
Sin embargo, al desear seguir adelante, enviando nuestras oraciones y mejores vibraciones al Espíritu Eterno de quien partió, la tristeza y angustia darán lugar a nuevos sentimientos. La persona amada siempre tendrá un lugar importante en nuestra vida y jamás será olvidada, pero el sentimiento será de tranquilidad y Paz.
El dolor es pasajero, mientras que la convicción de la vida eterna siempre será motivo de fuerza y coraje para superar los momentos de sufrimiento.
Orar por los seres queridos
Sabiendo de esa conexión, es importante que realicemos nuestras oraciones en favor de aquellos que están desencarnados, irradiando, a través de nuestro Buen pensamiento y de nuestro corazón, las vibraciones y energías de paz que contribuirán mucho para la continuidad de la vida de este ser querido.
Sobre la fuerza de la Oración, así como la importancia de enviar nuestras vibraciones positivas a los espíritus que partieron, Paiva Netto registró en su libro Jesus, o Profeta Divino [Jesús, el Profeta Divino], en el subtítulo “As lágrimas devem ser poupadas” [Las lágrimas deben ser guardadas], las siguientes palabras del Dr. Bezerra de Menezes (Espíritu), Coordinador en el Mundo Espiritual de la Revolución Mundial de los Espíritus de Luz, en la Cuarta Revelación, la Religión del Tercer Milenio:
“Nobilísimos amigos reencarnados, no se quejen de todo, no viertan lágrimas innecesarias, que deben ser guardadas, porque los Espíritus que partieron, solo y simplemente, quieren evolucionar en Paz.
Por la fuerza de las obras edificantes, enciendan las verdaderas luces, que son como potentes faroles que se elevan de las esferas terrenas a lo Alto, hacia los que ya brillan en el Mundo Espiritual. Eso es lo que les pedimos. Entendemos el sentimiento de añoranza. ¡Pero, en lugar de llorar, realicen buenas acciones!
El vigor de los Espíritus al servicio del Bien en la Tierra es punto de victoria en el Espacio Sideral.
Por eso, hagamos nuestra parte —sin llorar por ellos, sino orando por su felicidad— y el congraciar de las vidas será naturalmente el próspero y radiante día del encuentro fraternal de las Humanidades —de la Tierra y del Cielo— que se aman”.
Envíe sus dudas y comentarios sobre este y otros temas del quehacer diario a la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo. ¡Permita que la Espiritualidad Ecuménica forme parte de su vida! Y si este contenido le hace bien a usted, ¡compártalo! También podrá tocar el corazón de muchas otras personas.
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1 Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo: También denominada Religión del Tercer Milenio y Religión del Amor Universal. Se trata de la Religión Ecuménica de Brasil y del mundo.
