BENEFACTOR

“Quien de sí mismo sepa donar, de Dios será digno de recibirlo todo.” Paiva Netto

¿Qué es ser un Benefactor?

El Benefactor de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo es quien, por medio del diezmo, financia el trabajo de esclarecimiento y fortaleza espiritual realizado por la Religión del Tercer Milenio. Es el Cristiano del Nuevo Mandamiento de Jesús que comprende su papel esencial en la promoción de las acciones de la Religión del Amor Universal en su actuación de campo, en las Iglesias Ecuménicas, en el Templo de la Buena Voluntad (TBV), en Brasília, Brasil, y en la Comunicación 100% Jesús, en beneficio de las familias en todos los pueblos.

¿Quién puede ser un Benefactor?

Todas las personas que desean participar en la expansión del mensaje de Jesús pueden inscribirse como Benefactoras de la Religión del Tercer Milenio. La palabra benefactor, de acuerdo con el diccionario, es aquel “que hace el bien a otra persona, presta una ayuda a otra u otras personas de manera desinteresada”. Las personas que demuestran gratitud a Dios y dan el diezmo de sus rendimientos en favor de otros hermanos, mediante la sustentación de esta Casa. Ese porcentaje es calculado a partir del valor neto recibido por el Cristiano del Nuevo Mandamiento de Jesús.

¿Qué hace un Benefactor?

El Benefactor de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo destina el diezmo de su sueldo para la Religión Divina y se dedica voluntariamente a las acciones de la Religión del Tercer Milenio, por reconocer la importancia de su Doctrina Ecuménica y su actuación universalista en beneficio de la gran familia llamada Humanidad.

¿Cómo convertirme en un Benefactor?

Inscríbase en la recepción de alguna de las Iglesias Ecuménicas de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, en el Templo de la Buena Voluntad (en Brasília, Brasil) o envíenos un e-mail con su nombre completo y teléfono, para poder comunicarnos. Vea la dirección de la Iglesia Ecuménica más cercana a usted.

Sea, usted también, ¡un Benefactor de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo!

¿Qué es lo provechoso de ser un Benefactor?

Ser un Benefactor implica proporcionar ayuda para la manutención y la ampliación de las acciones de esclarecimiento y fortaleza espiritual de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, que de esa forma llegan a miles de familias. El Benefactor construye para sí no solo la felicidad de contribuir a la expansión del mensaje de Jesús y al amparo de los que sufren, sino también al éxito y al desarrollo espiritual de su propia familia.

Sobre este asunto, enseña el Presidente Predicador de esta Casa, José de Paiva Netto, en su libro As Profecias sem Mistério [Las Profecías sin Misterio], en el subtítulo “Estabilidad material”: “Si aceptamos las lecciones educativas del Divino Pedagogo, nos haremos fuertes y, con el Alma debidamente nutrida, abriremos nuestro propio camino hacia el éxito, el que jamás perderemos, porque estaremos adoptando de modo correcto las Leyes de Su Sagrada Economía: el Reino de Dios primero (Evangelio, según San Mateo, 6:33), lo que quiere decir: la entronización de la Solidaridad Fraterna en todos los corazones, por cuanto somos, en toda la Tierra, criaturas de un mismo Creador”.

¿El Benefactor puede ser también un Diácono o Misionero?

Sí. El Benefactor de la Religión del Amor Universal no solo reconoce la importancia de su contribución financiera, sino también entiende que es esencial su participación voluntaria en las actividades que esclarecen y fortalecen las Almas, realizadas en las Iglesias Ecuménicas, como por ejemplo el diaconado; y en las Cruzadas del Nuevo Mandamiento de Jesús en los Hogares de Buena Voluntad, en el caso de los Misioneros.

¿La Beneficiación es una obligación?

No. La Beneficiación es un gesto de la Fe que Realiza, que representa una postura de compromiso con la sustentación del ideal del Cristo en la Tierra, una actitud de Amor, de fidelidad y de gratitud a Jesús por todas las bendiciones recibidas de Él. También es una forma de contribuir, por decisión personal y compromiso espiritual, con parte de los recursos que Él nos concede, para la salvación de Vidas y Almas para Dios. Luego, se trata de un acto espontáneo, voluntario y consciente de quien decide donar su diezmo para la sustentación de las Iglesias Ecuménicas, y para la expansión de las acciones de prédica en los Hogares, comunidades y por los medios de comunicación masiva (radio, TV, Internet y publicaciones).

Si solo pudiera donar menos que el diezmo, ¿no seré considerado un Benefactor?

Usted será un Benefactor de la Religión Divina y, con el amparo de Dios y también con nuestro apoyo, en comunidad, pronto podrá convertirse en un Benefactor donador del diezmo.

El diezmo presenta la condición de sostenibilidad para las acciones de la Iglesia, además de ser una medida justa para establecer una referencia sobre el valor de la oferta, pues la décima parte de los rendimientos pone bajo la condición de igualdad a todos los que asumen ese compromiso de ayudar a esta Casa Sagrada. A partir de la visión del diezmo, ninguna oferta es considerada mayor que otra, pues todos donan en la misma proporción, independientemente de sus sueldos.

Si yo ayudo solamente con mi trabajo voluntario ¿seré considerado un Benefactor?

No. Quienes actúan voluntariamente en la Religión Divina son denominados Diáconos.

¿A qué actividad se destina la donación del Benefactor?

La Beneficiación se destina a sustentar la Prédica del Evangelio Apocalipsis de Jesús, en la promoción de la Caridad Espiritual que esclarece, ilumina y fortalece las Almas, mediante todas las formas y medios de actuación de la Religión  Divina, desde sostener a sus Iglesias Ecuménicas, con la manutención del inmueble, equipos, agua, luz, alquiler, tarifa telefónica, impuestos, materiales de usos y consumos, cursos, conferencias, para sostener la actuación misionera, con visitas a los hogares, que son realizadas por el Departamento de Asistencia Espiritual (DAE), actividades con los Soldaditos de Dios, Prejuventud y Juventud Cristiana del Nuevo Mandamiento, acciones de expansión musical y cultural, además de la manutención de la Comunicación 100% Jesús que aproxima el corazón de su audiencia al del propio Cristo, ofreciendo una programación ecuménica, fraterna y de Paz, por la Boa Vontade TV (en portugués), por la Super Red Buena Voluntad de Radio y por la revista ¡JESÚS ESTÁ LLEGANDO!  (en español y portugués), por el Portal Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo y por otras publicaciones (en diversos idiomas).

¿Qué dice la Biblia sobre el Diezmo?

El Diezmo es anterior a la Ley mosaica, conforme vemos en el Antiguo Testamento, en el libro Génesis, 14:18 al 20, en que Abram, agradecido al rey Melquisedec por haberlo ayudado a libertar a su sobrino, le dio el diezmo al rey. Ese acto refleja el respeto de Abram por Melquisedec, el cual era también un sacerdote. Él era consagrado y reconocido como sustento de la palabra de Dios y proveedor de los servicios religiosos y de los cuidados con las cosas sagradas desde aquella época, por ejemplo, lo que encontramos en Números, 18:21 al 32.

En el Evangelio, según San Mateo, 23:23, encontramos una advertencia de Jesús, para los escribas y fariseos de la época, orientando el uso responsable de esos recursos: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y habéis dejado lo más importante de la ley: la justicia, y la misericordia y la fe; esto era menester hacer, sin dejar de hacer lo otro”.

Muchos otros pasajes que encontramos en la Santa Biblia revelan el agradecimiento de los pueblos a Dios mediante el diezmo de todo cuanto se gana. Podemos destacar también los pasajes contenidos en Malaquías, 3:10 al 12; Levítico, 27:30 al 34; y Números, 18:21 al 26. Al referirse a la décima parte, se ponen bajo la condición de igualdad a todos los que asumen ese compromiso.

¡Conviértase en un Benefactor de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo!

Vea la dirección de la Iglesia Ecuménica más cercana a usted o envíenos un e-mail con su nombre completo y teléfono, para comunicarnos con usted.