En primer lugar, la ansiedad no es una enfermedad. Es una reacción natural del cuerpo provocada para que la persona sepa cómo actuar frente a una situación de miedo, inquietud o peligro.
El trastorno de ansiedad se establece cuando hay una preocupación excesiva y una constante antelación del futuro. Existen varios niveles que necesitan diagnosticarse y tratarse por especialistas del área médica.
Algunos de los síntomas del trastorno de ansiedad son:
— preocupación, tensión o miedo exagerados (la persona no logra relajarse);
— sentimiento continuo de que va a pasar algo muy malo;
— miedo excesivo a algún objeto o situación particular;
— dificultad para controlar los pensamientos;
— ataque de pánico después de afrontar una situación muy difícil.
Además, observe algunas señales físicas como: dificultad para respirar, mareos, escalofríos, sudoración, boca seca.
El tema merece nuestra atención y cuidados permanentes, porque la ansiedad puede llevar a una serie de complicaciones y a la depresión.
Cómo ayudar a alguien con trastorno de ansiedad
A continuación, vea los 4 consejos que preparamos para fortalecerle y ayudar a alguien que esté enfrentando una crisis de ansiedad:
1. Prepárese espiritualmente antes de brindar ayuda
Además de buscar información médica sobre los síntomas y cómo lidiar con la situación, es fundamental que se prepare espiritualmente. Utilice esta herramienta poderosa y accesible a todos: ¡la oración sincera!
El Presidente Predicador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, José de Paiva Netto, explica en su artículo El Año Nuevo y la autoestima:
“Nuestra fortaleza viene de lo más íntimo de nuestro ser. Luego, la oración es un factor esencial para fortificarnos. No es escondrijo de cobardes. ¡Orar fortalece!”.
Por esto, la oración “no es un escondite de cobardes”, sino una forma poderosa de fortalecer el corazón, la mente y el Espíritu para las luchas de la vida.
Invite a la persona que sufre de crisis de ansiedad a participar de esos momentos de oración junto a usted o que adopte ese hábito.
Muchas veces, será necesario primero calmarla utilizando el segundo consejo de esta lista y, después, conducirla a que haga esos importantes momentos de Silencio del Alma. Poner músicas elevadas en el ambiente puede ayudar en la concentración para la oración.
Indicamos aquí esta playlist para ayudarlo a crear un ambiente de paz:
+ Playlist Oratorio El Misterio de Dios Revelado
Lea las oraciones que tenemos para usted:
+ Oración del Padre Nuestro
+ Oración de Caritas
+ Oración de San Francisco de Asís
+ Oración a San Miguel Arcángel
2. Sepa escuchar con Amor
Puede parecer muy simple u obvio, pero esa es una acción de Caridad Espiritual muy grande.
Las personas con ansiedad tienen un flujo altísimo de pensamientos y una de las formas más eficaces de calmarlas es saber escuchar, sin juzgar ni disminuir el sufrimiento que están enfrentando. ¡Ellas necesitan sentirse apoyadas!
Transmita serenidad en su mirada y comentarios, demuestre preocupación por su bienestar, transmita seguridad y confianza de que las cosas se resolverán a su debido tiempo y deje claro que usted está dispuesto a ayudarla.
Es muy importante también estimularla a pedir ayuda, sea la suya, la de un familiar o a alguien de su confianza, y a buscar un tratamiento médico necesario.
3. Ayude en la organización de la rutina
Uno de los puntos que más afectan a quienes se enfrentan a la ansiedad excesiva es saber distribuir los compromisos en una rutina saludable y continua, sin excesos o la paralización total por no saber por dónde empezar.
Entonces, una de las formas de ayudar a una persona con ansiedad es ayudarla a organizar sus tareas.
Esto le dará más control emocional, porque al ver que las etapas se están concluyendo poco a poco, la persona se sentirá más capaz y feliz con el progreso que ha alcanzado hasta ahí.
Otro punto importante es saber que somos Espíritus Eternos y que tenemos en nosotros mismos una capacidad gigantesca de renovación, aprendizaje, superación y conquistas en el Bien, cuando actuamos con Amor, Justicia y Bondad.
Jesús nos trajo enseñanzas preciosas, hace más de 2000 años, para esa búsqueda del autocontrol y del autoconocimiento, de forma COMPLETA.
Una de esas lecciones está en este fragmento de Su Santo Evangelio, según San Mateo, 6:34:
“Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!”.
Meditando profundamente en esas palabras del Divino Pastor, queda claro que Él no nos está incentivando a que seamos descuidados con el mañana, al contrario, nos advierte para la necesidad de deshacernos de las exigencias excesivas para vivir bien el día de hoy y, así, plantar la mejor semilla del mañana.
De esa forma, es muy importante organizar la rutina e incluir momentos para absorber contenidos que le hacen bien al Alma, especialmente en estos momentos de pandemia y distanciamiento social.
VEA MÁS:
+ ¿Cómo superar la tristeza y la depresión?
+ ¿El coronavirus es un castigo de Dios?
4. Compartir contenidos de Paz y desarrollo espiritual
En todo momento, vemos en la televisión, radio e Internet innumerables noticias tristes y alarmantes que nos quitan el sueño, nos hacen estar excesivamente preocupados por el bienestar de quienes amamos y por el futuro de nuestro planeta.
Sabemos que es importante estar informado, sin embargo, para una persona que sufre de trastornos de ansiedad no le ayuda el hecho de estar constantemente inmerso en esos temas.
Por lo tanto, busque y comparta contenidos de Paz y de desarrollo espiritual. Una forma para hacerlo es accediendo a nuestro portal, al canal Buena Voluntad en YouTube y al Blog Paiva Netto.
Incluso, usted puede descargar ya, de forma gratis, ¡el libro digital “Tesoros del Alma”, del escritor Paiva Netto! Estamos seguros de que le hará muy bien a su Alma y a la de quienes necesitan su ayuda.
Esperamos que este contenido le haya hecho bien a usted y le haya brindado buenos consejos sobre cómo ayudar a alguien con ansiedad.
Vale destacar nuevamente que es imprescindible orientar a la persona que busque un acompañamiento médico para recibir el diagnóstico y el tratamiento más adecuado para su caso.
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