La infancia también tiene significado espiritual
"Niños están cantando / Frente a mi ventana / En este mundo desdichado, / ¿Puede haber algo más bello?"1
Con esta estrofa, el conductor de radio y poeta brasileño, Alziro Zarur (1914-1979), inolvidable Proclamador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo2 nos invita a mirar al niño en su expresión más sublime y percibir el valor y la importancia que ellos tienen sencillamente por ser niños.
Es de indagar el porqué de la actitud de Jesús, con toda Su Autoridad Espiritual3, siendo el Cristo Planetario, que se haya referido con énfasis a este tema, un asunto realmente ignorado durante milenios por el saber humano. En Su Evangelio, leemos: "Dejad venir a mí a los pequeños, y no lo impidáis, porque de ellos es el Reino de los Cielos" y "quien no recibe el Reino de Dios como un niño, de manera alguna entrará en Él" (Evangelio según San Lucas 18: 16 y 17). ¿Por qué ser como un niño? ¿Existe valor espiritual en la etapa de la infancia?
Narra también el Evangelio que con solo doce años de edad, Jesús, estando en Jerusalén acompañado de Su familia para los festejos de la Pascua, permaneció en el Templo interrogando y dialogando con Doctores de la Ley, que se sorprendían con la gran desenvoltura y sabiduría de aquel niño que no sabían que era Cristo (Evangelio según San Lucas 2: 41 a 52). Perciban que aunque niño, el bagaje espiritual que Jesús tenía permaneció con Él.
El bagaje espiritual de los niños
Las experiencias, inteligencias y valores que se acumulan en la trayectoria espiritual de vidas sucesivas permanecen en nosotros, consolidando nuestra Sabiduría Espiritual y nuestra personalidad, como nos enseña la Religión del Amor Universal. Sin embargo, esto no significa que los niños no deban ser orientados por sus familiares, profesores y otros responsables. A fin de cuentas, aunque sean Espíritus Eternos, mientras que están en la infancia, no tienen el discernimiento y la experiencia acumulados por los adultos que los educan.
Jesús recibió del Padre Celestial, y también de sus padres terrenales, oportunidades de presentar Sus contribuciones al mundo. ¿Ya imaginó cómo sería si María y José no hubieran apoyado y creído en Jesús? Y en cuanto a nosotros, ¿estamos también creyendo en esos Espíritus que, aunque pequeñitos, aparecen para la alegría y transformación del hogar? Paiva Netto, Presidente Predicador de la Religión del Tercer Milenio, resalta la participación primordial de preceptores en el desarrollo espiritual de los niños, al defender que "la familia es el apoyo bendito de las Almas en evolución"4. Es decir, la familia es compromiso espiritual. Es la valiosa oportunidad que Dios nos ofrece para que no crezcamos solos.
El escritor Paiva Netto también publicó una importante página del espíritu Emmanuel, extraída del libro Fuente Viva, psicografiado por Chico Xavier (1910-2002), Legionario de la Buena Voluntad, en su best seller É Urgente reeducar! [¡Es Urgente reeducar!]:
"Cuando Jesús nos recomendó no despreciar a los pequeños, esperaba de nosotros no solamente medidas providenciales alusivas al pan y a la vestimenta. (...) Recordemos de la nutrición de los niños, a través de nuestras actitudes y ejemplos, avisos y correcciones, en el momento oportuno, una vez que que desamparar moralmente a la criatura, en las tareas de hoy, será condenarla al menosprecio de sí misma, en los servicios de que se responsabilizará mañana".
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Los conductores del mañana
Con gran seriedad está confiado a la familia el compromiso del desarrollo espiritual de Almas que ya hacen hoy selecciones importantes para la comunidad en la que viven y que serán los conductores del mañana. Lo que se ve, lamentablemente, es que a pesar de los progresos significativos alcanzados en el campo del derecho del niño y de la familia, en el escenario mundial aún se sufre la carencia de una reflexión más profunda sobre el compromiso de educar a los niños. Hay mucho aún invisible a los ojos de la Humanidad. Y es para cambiar esa realidad que la Religión del Amor Universal nos invita a mirarlos como la esperanza del mundo5 a ser construida en el presente.
Y así como en los procesos de formación intelectual, donde las personas reciben la orientación debida, también nosotros tenemos que ofrecer a esos pequeñitos las oportunidades de recibir el apoyo espiritual merecido para que se desarrollen plenamente y con seguridad, viviendo muy felices. Dios, como Padre Celestial de la Humanidad, no nos dejó huérfanos.
¿Cuántas lumbreras no fueron enviadas por Él a la Tierra para presentar Su Sabiduría, en diferentes culturas, pueblos y religiones? Y éstas transformaron con esmero vidas, pueblos, civilizaciones, aun sufriendo severas dificultades. Ante todo, no obstante, todos fueron niños. Así, ante todos los que nacen y crecen en este momento en el mundo, no podemos dejar de cumplir nuestro papel de educador. El futuro de la infancia está en las manos de las familias.
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1 Primera estrofa del poema "El Niño enseña al hombre”, de la autoría del conductor de radio y poeta, Alziro Zarur (1914-1979).
2 Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo: También denominada Religión del Tercer Milenio y Religión del Amor Universal. Se trata de la Religión Ecuménica de Brasil y del mundo.
3 Autoridad de Jesús: Tesis defendida por el escritor Paiva Netto, en su libro “Jesus, o Profeta Divino” [Jesús, el Profeta Divino], pág. 77, 7ª edición. Se puede leer sobre este tema en La advertencia de Schiller y la función del Dolor.
4 Cita de Paiva Netto, que consta en la primera publicación de la Academia Jesús, el Cristo Ecuménico "Paiva Netto e a proclamação do Novo Mandamento de Jesus — A Saga heroica de Alziro Zarur na Terra" [Paiva Netto y la proclamación del Nuevo Mandamiento de Jesús — La Saga heroica de Alziro Zarur en la Tierra] (2009), pág. 141.
5 “Esperanza del Mundo”: Término defendido por las Instituciones de la Buena Voluntad de Dios, al referirse a la importancia espiritual de los niños, desde la década de 1950, con el inolvidable conductor de radio, Alziro Zarur.
Traducción: Heriberto Fleitas
Revisión: Luci Teixeira
