La crucifixión de Jesús es todavía un evento emblemático. Aún ante el martirio vivido en la Cruz, Cristo con una postura inquebrantable no dudó de la inmortalidad del Alma y de la existencia Divina del Padre Celestial. Así pudo tres días después, de acuerdo con lo profetizado (Evangelio, según San Lucas, 24: 44 al 49), resucitar y reformular el concepto de “muerte”.
En el artículo La Sublime Existencia entre nosotros, el presidente-predicador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo1, José de Paiva Netto, comenta sobre el tema:
“El 1° de abril de 1983, Viernes Santo, en la Casa D’Itália, Salvador/Bahia (Brasil), al presentar el libro Jesús, declaré: En Su victoria sobre la muerte está el resorte impulsor del Cristianismo, la seguridad del triunfo, sobre sí mismos, de Sus discípulos. El gran Mensaje de la Semana Santa en la actualidad, en que los pueblos insisten en invocar la muerte, haciendo de ella su diosa, cuando el Divino Jefe nunca estuvo realmente muerto. El Espíritu no se extingue. Razón por la que somos inmortales. Fuimos creados a imagen y semejanza del Altísimo. Y “Dios es Espíritu”, conforme reveló el Educador Celestial a la samaritana en el pozo de Jacob (Evangelio, según San Juan, 4:24)”.
Esta concepción de Vida Eterna es uno de los mensajes pioneros de Jesús, que debe ser mejor comprendido por todos nosotros. Finalmente, si no existe fin de la línea para nosotros, la profecía del Regreso del Cristo continúa siendo válida, en tanto Él vive y vivirá eternamente:
“He aquí que Jesús viene con las nubes, y todos los ojos Lo contemplarán, aun aquellos que lo traspasaron” (Apocalipsis de Jesús, según San Juan, 1:7).
La Religión del Amor Universal comprende que este regreso está descrito como una transición de la Humanidad hacia un nuevo período que, además, puede vivirse desde ahora, pues el inicio de la nueva era tendrá por base esta advertencia de Jesús:
“He aquí que vengo sin tardanza y conmigo está el galardón que tengo para retribuir a cada uno según sus obras” (Apocalipsis 22: 12).
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¿Qué cambiará con el Regreso de Jesús?
Para reflexionar, el escritor Paiva Netto esclarece que el acontecimiento va más allá de su significado literal:
“He aquí que Jesús viene con las nubes, es decir, que viene de lo Alto, hacia nosotros, cualquiera que sea nuestra creencia, o falta de creencia, debemos elevar todas esas cosas que han sido ultrajadas por el menosprecio de algunos, para recibir su iluminación. Es tiempo de que la Humanidad mire a lo alto. ‘Jesús es el Sol de la Caridad’, enseñaba Zarur y yo lo completo así: Y por ser divino, no provoca sombras. Entonces, cuando realmente todos se dispongan a vivir bajo esa Claridad Celestial, la Política dejará de ser tenebrosa.
Las creencias se liberarán de la parte de Babilonia que integra todo aquello en que el Hombre mete la mano. La Economía dejará de ser esa babel mundial que el Pueblo no entiende, porque ha sido así en el mundo: multitudes abandonadas, a favor de la abundancia de uno u otro grupo, de una o de otra nación”, cita del libro Las profecías sin Misterio, pág. 213, versión bolsillo.
Y esa Luz, capaz de vencer las barreras de la desigualdad, de la falta de respeto y de la indiferencia, es la misma que derribó los muros de la muerte. La victoria del Cristo no se limitó a la Cruz, por más dolorosa que haya sido, sino que se concretó también en todas Sus acciones de solidaridad, de Amor y Humanidad que dedicó a las personas que estuvieron con Él, siendo socorridas independientemente de sus orígenes, creencias o situaciones económicas.
Por esto, el inolvidable proclamador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, Alziro Zarur (1914-1979), afirmaba que “Jesús es el Sol de la Caridad”; de la Caridad fundamentada en el Nuevo Mandamiento de Jesús: “Amaos como Yo os amé. Solamente así seréis reconocidos como mis discípulos” (Evangelio del Cristo, según San Juan 13: 34 y 35).
Se trata de una iniciativa firme y decidida de ayudar a aquel que lo necesita sin esperar recompensa, pues se conmueve con el dolor2 y reconoce que el otro es también un Ser Divino que merece respeto, dignidad y amparo. Por esto, Paiva Netto expresó que “El Espiritualmente Revolucionario Nuevo Mandamiento de Jesús es la estructura de un mundo nuevo”.
Y es bajo esa Luz que, desde ahora, debemos prepararnos para el Retorno de Jesús, ya que no progresaría un mundo nuevo si es habitado por personas que cultivan antiguos hábitos maléficos, como la maldad, el prejuicio, el egoísmo o la ambición. De esta forma, nuestro perfeccionamiento debe ser diario para que podamos superar tales sentimientos. Este proceso demanda tiempo y trabajo, pero podemos contar con el apoyo del propio Cristo:
“No se turbe vuestro corazón ni recele. Porque ¡Yo estaré con vosotros, todos los días, hasta el fin del mundo!” (Evangelio, según San Juan, 14:1 y San Mateo, 28: 20).
¿Cuándo Él regresará?
También en el Evangelio de Jesús, (San Mateo, 24: 36), encontramos: “En cuanto ese día y esa hora, nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre”. Es decir, solamente Dios sabe cuándo será el regreso del Cristo, pero si Él nos advierte hace tanto tiempo es porque nos concede la oportunidad de prepararnos para el gran momento en que “todos los ojos Lo contemplarán, aun aquellos que lo traspasaron” (Apocalipsis 1: 7).
Los jóvenes de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo lo invitan a participar, también en este debate, sobre el último libro de la Santa Biblia, el Apocalipsis de Jesús. Escriba a: espanol@boavontade.com. Consulte también otros artículos del escritor Paiva Netto acerca de las profecías finales: www.paivanetto.com.
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1 Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo — También denominada Religión del Tercer Milenio y Religión del Amor Universal. Se trata de la Religión Ecuménica de Brasil y del mundo.
2 El acto de ayudar a quien lo necesita, sin ninguna restricción de clase, religión, etnia o cultura, es definido por la Religión del Amor Universal, inspirada en el comportamiento del Cristo, como Ecumenismo de los Corazones, tal y como lo explica quien lo ha conceptualizado, Paiva Netto: “El Ecumenismo de los Corazones es aquel que nos convence de no perder tiempo con odios y contiendas estériles, sino de extender la mano a los caídos, pues se conmueve con el dolor; se quita la camisa para vestir al desnudo; contribuye con el bálsamo curativo para el que se encuentra enfermo; protege a los huérfanos y a las viudas, como enseña Jesús en el Evangelio, según San Mateo, 10:8; y sabe que la Educación con Espiritualidad Ecuménica será cada vez más fundamental para el progreso de los pueblos, porque Ecumenismo es Educación abierta a la Paz; para el fortalecimiento de una nación (no para que domine a las otras)”.