Los riesgos de fumar para la salud del cuerpo y del alma

Karine Salles
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30/03/2016 | Miércoles | 12:00 horas

El cigarrillo mata a casi seis millones de personas por año — entre fumadores activos y los que están expuestos al humo. Conozca cómo no formar parte de esta estadística.

Abandonar el uso del tabaco no es una tarea fácil, pues la dependencia del tabaco es un conjunto de fenómenos comportamentales, cognitivos y fisiológicos. Estudios confirman que son pocos los usuarios que logran tener éxito en su primer intento, pero esto no es motivo para desistir. La perseverancia es una fuerte aliada para enfrentar este desafío con lucidez y claridad y alcanzar el objetivo de dejar de fumar.

La epidemia del tabaco es una de las mayores amenazas a la salud pública que el mundo ya enfrentó. El uso de tabaco mata a casi seis millones de personas por año, de los cuales más de cinco millones son por el uso directo y más de 600 mil son por estar expuestos al humo del tabaco. Según datos del Instituto Nacional del Cáncer (Inca — Brasil), comparado con alguien que no fuma, el fumador tiene un riesgo diez veces mayor de desarrollar cáncer de pulmón y cinco veces más posibilidades de sufrir un infarto. ¿A alguien le gustaría correr ese riesgo? Dejar de fumar es la única opción saludable para proteger la propia vida y la de las personas próximas.

Además de ser completamente descartable, el cigarrillo perjudica la salud, la belleza, la convivencia social y también disminuye la calidad de vida. “Los fumadores pasivos pueden tener procesos alérgicos, rinitis, estornudos. Y si estuvieran expuestos al humo del cigarrillo durante algunos años, en casa o en el trabajo, las personas tienen una probabilidad mayor de tener cáncer de pulmón, cáncer en los paranasales, derrame cerebral, hipertensión arterial, infarto y hasta enfisema pulmonar”, explicó al Portal Buena Voluntad, el neumólogo Ricardo Meirelles, de la División de Control del Tabaquismo, del Instituto Nacional del Cáncer (Inca).

Además de todos esos daños al cuerpo, fumar ocasiona diversos perjuicios al alma. Ya que, “estamos en el cuerpo, pero somos Espíritu”, como enseña el Presidente Predicador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, José de Paiva Netto. La Religión Divina aclara que las situaciones y actitudes en el quehacer diario repercuten en nuestra trayectoria espiritual eterna. Las elecciones del presente generan no solo resultados inmediatos, sino considerables efectos en el futuro próximo, que también incluye la existencia después del fenómeno llamado "muerte", porque "existe Vida en el Mundo Espiritual", afirma el líder de la Religión del Amor Universal.

Por tanto, el consumo del alcohol u otras drogas (lícitas o ilícitas) provocan graves secuelas al Espíritu de aquellos que las consumen. Y exponer la salud física, en virtud de los malos hábitos cultivados, comprometiendo la duración y la calidad de vida de forma deliberada, es una forma de suicidio y contribuye a la infelicidad del Espíritu por largo tiempo, en el Mundo Espiritual. Lea más sobre las consecuencias espirituales del tabaco.

El tabaquismo es una enfermedad, una dependencia química, pero tiene cura. Para un tratamiento exitoso, es necesario que ese fumador esté atento a las situaciones que lo hacen fumar. “Para que él logre vivir sin cigarrillo, debe aprender a pasar por todas las situaciones del quehacer diario, principalmente del estrés, sin fumar”, resaltó el Dr. Ricardo Meirelles. El tratamiento terapéutico facilitará que la persona consiga dejar de fumar con calidad, sin sufrimiento y pueda vivir sin el cigarrillo toda la vida.

Pero ¿cuándo es un esclavo del vicio? Sobre los resultados favorables de decir NO al tabaco, el neumólogo Alberto Araújo declara: “la persona tendrá la satisfacción de haber recuperado la dirección de una parte de su vida que hasta ahora dependía del tabaco. En pocas palabras: la persona pasará a asumir el control de su vida, antes dominado en cada tarea que hacía por la presencia del cigarrillo, antes, durante o después”. Los beneficios obtenidos al dejar de fumar incluyen el aumento de la calidad de vida, la mejora del paladar y del olfato, la economía de dinero, una respiración más libre y fácil, además de un olor más agradable en el cuerpo.

"Todos los días son días de renovar nuestro destino"

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Con esta afirmación del periodista Paiva Netto, la historia de Doña Clési Bastos, de la ciudad de Glorinha (Brasil) tuvo un final feliz. En una entrevista, ella destacó que gracias a la Religión del Tercer Milenio encontró fuerzas para vencer la adicción después de 30 años. “Con el pasar del tiempo, el cuerpo ya no es más el mismo y es ahí que nosotros vemos los daños que el cigarrillo hace. Por ejemplo: actividad física [no hacía] ninguna, porque uno está sin aire, la piel envejece, está siempre con un olor desagradable”.

Y fue gracias a la Fe que Realiza aliada a la perseverancia, que la Sra. Clési encontró una nueva oportunidad. “Cuando decidí que mi casa se convertiría en una Iglesia Familiar decidí que tenía que ser un ejemplo. Cuidar bien de mi cuerpo, cuidar de mi familia. Pensé: ‘¿Cómo voy a ser ejemplo si estoy siempre fumando?’. A partir de ese día decidí que no iba a fumar más. Pedí ayuda a mi Ángel de la Guardia y a Jesús”.

En ese momento, el apoyo familiar es fundamental para quien quiere dejar de fumar. “Cuando tomé esa decisión hablé con mis hijos, con mi marido. Mi hija Elisa me dijo que desde que aprendió a escribir, todos los sábados ponía un pedido en la Pila Sagrada para que yo dejara de fumar. Ahora voy a tener más fuerza, más perseverancia para continuar en mi decisión”. Y finalizó: “ya camino, ando en bicicleta, respiro mejor. Agradezco la fuerza de Jesús, pues Él me ayudó a tener perseverancia, a no ser imprudente”.

 

Versión: Heriberto Fleitas
Revisión: Luci Teixeira

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