En distintas épocas, la Humanidad ha registrado narraciones de diálogos entre diferentes dimensiones de la vida. Son relatos de visiones proféticas, sueños donde los antepasados reaparecen, intuiciones que han salvado vidas y que revelaron extraordinarios descubrimientos para la Ciencia. ¿Y cómo se explica eso?
Para la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo1, tales fenómenos, explicados desde la perspectiva espiritual, son el fruto de la intuición —el canal más rápido y común del diálogo entre el mundo humano y el espiritual—. La intuición es evidente, y todos nosotros tenemos esa capacidad de comunicación, porque en esencia todos somos Espíritu Eterno.
Ante eso, en todo momento podemos conectarnos con otros espíritus, a través de los mecanismos de mediumnidad, como explica la Religión del Tercer Milenio, en las palabras de su presidente-predicador, José de Paiva Netto, en su libro Directrices Espirituales de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, tomo II, página 283:
“En realidad, los políticos, filósofos, religiosos, científicos, artistas, deportistas etc... son todos médiums, pero, si no son evangelizados e iluminados por la vivencia del Nuevo Mandamiento del Cristo, nada más podrán ser que instrumentos del mal. Por lo general, ellos no saben lo que es la mediumnidad, pero, si quieren pueden desarrollarla para evitar ser presa fácil de los espíritus atrasados”. [La negrita es nuestra.]
Unión consciente
Es fundamental que la conexión con el mundo espiritual sea consciente, es decir, saber que el mecanismo es real para que tengamos la autonomía de elegir las compañías invisibles con las cuales queremos estar. Siendo así, la atención debe ser aún mayor porque, creyendo o no, la mediumnidad se produce a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones. Por lo tanto, elijamos compañías que vengan de esferas espirituales superiores, pues toda la comunicación con estas entidades lleva el propósito Divino de la Fraternidad.
En la Sagrada Biblia encontramos ejemplos de esta unión espiritual. Tanto los Ángeles como los espíritus impuros se manifestaban abiertamente a los seres terrenales, demostrando que era un hecho muy antiguo. El Amado Maestro, que realizó grandes milagros bajo la protección de Dios y la ayuda de Sus Ángeles, enseñó la oración, haciendo accesible a todo el mundo un medio muy eficaz de comunicación espiritual.
Con la oración ecuménica del Padre Nuestro (Evangelio, según San Mateo 6: 9 al 13), Jesús fue un pionero en la educación mediúmnica de las personas, enseñándoles a pedir la Protección Divina para alejar cualquier influencia espiritual maléfica, al demostrar por Su propio ejemplo que la ayuda celestial viene a medida que hacemos buenas acciones en beneficio de nuestro prójimo.
La caridad es la esencia de la vida espiritual
La Caridad, acción solidaria, sinónimo de Amor, impulsada por los buenos pensamientos y las buenas palabras, es uno de los recursos comunicación más refinada y rápida entre los mundos. Cuanto más estemos dispuestos a ayudar, más encontraremos Espíritus amigos que se identifican con nuestro propósito, dispuestos a colaborar con nosotros.
Del Mundo Espiritual Superior, explica el Dr. Bezerra de Menezes (Espíritu), coordinador Celestial de la Revolución Mundial de los Espíritus de Luz, en la revista ¡JESÚS ESTÁ LLEGANDO!, página 44:
“Cuando las Legiones descienden de los Territorios Espirituales tan distantes del orbe terrestre, superando las barreras de los umbrales densos, en auxilio directo a los que vibran por el Bien, a los que suplican las bendiciones del Cristo, comprendemos que la Caridad Espiritual no es solo un atributo valioso, sino la esencia de vida en la Espiritualidad. La Caridad es el vehículo que mueve a los Espíritus en las esferas siderales distantes. Sin la Caridad, podríamos decir que la Cristiandad no tendría el Oxígeno Divino que la hace inmortal”.
El ejercicio de la paciencia, la cooperación, la humildad perfeccionan nuestro don mediúmnico en nuestro beneficio y en beneficio de nuestros semejantes. Después de todo, ¿cuántas cosas seremos capaces de hacer gracias a la ayuda amiga de aquellos que tienen la visión privilegiada de arriba, a quienes llamamos Ángeles de la Guarda?
Así, concluye Paiva Netto, en las Directrices Espirituales de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo, tomo II, página 283:
“La lección que el Templo de la Buena Voluntad enseña es, si existe (como realmente existe) la relación obligatoria de la Humanidad del Cielo con la Humanidad de abajo, lamentablemente todavía de forma inconsciente y perniciosa, con resultados desastrosos, y si esa influencia es inevitable, que ella sea para el Bien; porque, el contacto que se establece, por lo general, es con criaturas espirituales maléficas e ignorantes. Trabajemos —plenamente conscientes— para esta realización. Es lo que desean los Espíritus Superiores”. [La negrita es nuestra.]
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1 Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo — También denominada Religión del Tercer Milenio y Religión del Amor Universal. Se trata de la Religión Ecuménica de Brasil y del mundo.