Encuentre Paz cuando el mundo habla de guerra
La Paz no es solo la ausencia de la guerra o el sinónimo de la tranquilidad. Falta la Paz cuando el equilibrio de la naturaleza es amenazado, falta la Paz siempre que la vida humana es perjudicada. No existe Paz cuando hay desesperación por causa del desempleo, de la salud maltratada, de la imposición de la miseria, del desamparo, de la falta de opciones para la juventud, de la violencia, de los niños sin escuela, de la intolerancia contra la diferencia. Ante tales escenarios sociales, económicos y políticos ¿cómo se protege cada ser humano? ¿Es posible que exista un espacio capaz de recibir a diferentes pueblos y responder al mismo anhelo de Paz?
Construido por la Buena Voluntad de miles de hombres y mujeres, fue erigido en la capital de Brasil, el 21 de octubre de 1989, un Monumento que se dedica a dar esa respuesta: el Templo de la Buena Voluntad (TBV). Sobre el concepto pionero que lo fundamenta, destaca el fundador del TBV, José de Paiva Netto, en su artículo “Hiroshima”, publicado en centenas de periódicos, revistas y sites en Brasil y en el exterior: “La concordia entre religiosos es la primera a ser conquistada. La paz de consciencia de los seres terrenales, generada por una nueva postura ecuménica, altamente fraterna, que anuncia la paz social, la paz entre las instituciones y la deseada paz mundial, bajo la protección del Padre Celestial, el mayor diplomático de la historia en este mundo, no obstante nuestro recurrente mal uso del libre albedrío”.
Por su propuesta ecuménica, desde que fue fundada, la Pirámide de la Paz ha sido pauta de innumerables medios de comunicación del mundo, como por ejemplo la BBC de Londres que se lanzó al desafío de registrar las diferentes expresiones de fascinación humana por lo divino con la serie Around the World in 80 Faiths que trasmitió por todos los continentes durante un año, mostrando las costumbres de las seis mayores religiones del planeta: Budismo, Cristianismo, Hinduismo, Islamismo, Judaísmo y Siquismo (en la India). En su paso por América del Sur, Peter Owen Jones, pastor anglicano, escritor y presentador de TV, se encantó particularmente por la mística de la capital brasileña. “Hoy, en un mundo que ha sido dividido por supuestas creencias religiosas, venir a un lugar donde se está promoviendo la Paz, la comprensión y la claridad entre las religiones del mundo y para las religiones del mundo, es un alivio. (...) Siento el Amor cuando vengo al Templo de la Buena Voluntad. Fue muy importante haber venido al TBV. Muchas gracias por la atención de ustedes”, expresó.
El periodista y columnista brasileño del “Jornal de Brasília” Gilberto Amaral recordaba el momento en que el TBV fue conocido como el Templo de la Paz: “Cierta vez estaba aquí con el Hermano Paiva Netto [fundador del TBV] y paseamos por el Templo. Cuando salimos, le hablé: "¡Oh Paiva! este es el Templo de la Paz’; y él inmediatamente mandó a poner en la entrada de la LBV “Templo de la Paz”, porque aquí realmente se encuentra la paz, el ecumenismo, todas las religiones se profesan; la fe es cada vez mayor, no hay quien no se sienta bien dentro del Templo de la Legión de la Buena Voluntad”.
Relatos de esta naturaleza demuestran el ambiente ecuménico de Paz emanada del Templo de la Buena Voluntad. ¡Viva usted también esta experiencia! EL TBV está ubicado en el Ala Sur de la ciudad. Para otras informaciones, escriba al espanol@boavontade.com.
