La verdadera amistad inspirada en la Navidad de Jesús
La Navidad es una fecha que nos recuerda muchos valores: solidaridad, unión de la familia, gratitud y la verdadera amistad. Muchos de esos principios en la prisa del quehacer diario parecen cada vez más ausentes, pero son de extrema importancia para el equilibrio de la vida y para la supervivencia de los pueblos.
Se trata de valores milenarios, como por ejemplo la amistad, ejemplificada por Jesús, el gran homenajeado de la Navidad. Dijo el Divino Amigo momentos antes de ser entregado a los soldados que Lo llevarían a la crucifixión:
“No hay mayor Amor que donar la propia Vida por sus amigos. Y vosotros seréis mis amigos si hiciereis lo que Yo os mando. Y Yo os mando esto: amaos como Yo os he amado” (Evangelio, según San Juan, 15:13, 14 y 17).
Su ejemplo y Sus palabras son un profundo aprendizaje y nos sirven de inspiración a todos nosotros. Observemos, por ejemplo, qué significa el Amor cuando es vivido entre amigos: “Donar la propia vida”.
En este caso, no se trata de una actitud literal en que el individuo necesite perder la vida en beneficio de alguien, sino la de demostrar los valores de donación, de respeto, de gran aprecio y consideración que se tiene entre las personas en una relación de amistad.
O sea, es ser compañero, importarle el otro, ser dedicado, e incluso, cuando es necesario, reprender.
Fue lo que hizo Jesús, el Cristo Ecuménico, el Divino Estadista, por todos nosotros: fue un verdadero amigo que nos confortó y advirtió para que fuéramos en busca de nuestra Paz y Felicidad. El Divino Maestro donó Su vida no solo en el terrible momento de la crucifixión, sino durante toda Su trayectoria visible en la Tierra, al dedicarse a esclarecer y ayudar a todos los que lo necesitaban.
Él se portó como un Gran Amigo y nunca nos abandonó. Referente a esto, Paiva Netto, Presidente Predicador de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo1, afirma en su artículo “La Amistad es mi Religión”2:
“El sentimiento de amistad verdadera, basada en la labor diaria, es un factor significativo en el fortalecimiento de las relaciones, para la superación de las inquietudes, no solamente en el ámbito familiar, sino también en el colectivo”.
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Y también, Jesús nos invita a dar un paso más allá, a partir de Su propio ejemplo, pues Él fue Amigo primero, donó Su vida incluso por aquellos que así no Lo consideraban. Nos mostró una nueva cara de la verdadera amistad:
“Por el prisma del Amor divinizado, que no se confunde con la cobardía ante la injusticia y la perversidad, ya les hablé sobre aquel pasaje del Evangelio de Jesús, según San Lucas, 6:29: ‘Al que te pega en una mejilla, ofrécele también la otra’ (...). Significa igualmente decir que nunca debemos entrar en la sintonía del odio. ‘Dar la otra mejilla’ es llevar a los que nos intentan ofender a la percepción de que cometen un ultraje a sí mismos, pues el odio es un arma que se vuelve contra el pecho de quien odia. ‘Dar la otra mejilla’ es un acto de coraje, un ejercicio de paciencia; no es acción para omisos y acomodados”, escribe Paiva Netto en su libro Las Profecías sin Misterio, en la página 258.
¿Cuántas peleas, malentendidos y discusiones no se habrían evitado si hubiésemos sido más pacientes, más comprensivos? O entonces, ¿cuántos errores nosotros no habríamos cometido si hubiésemos mostrado la mejilla del compañerismo y de la compasión?
Jesús no fue Amigo porque esperaba recompensas, sino por la certeza de que era Su papel actuar en beneficio de la Humanidad. Muchas vidas se salvan hasta hoy, gracias a Sus enseñanzas, cuando son comprendidas en su real significado de Fraternidad, Amor y Justicia.
Por lo tanto, que en esta Navidad el Divino Amigo nos inspire, y también por todos los días del año que se inicia, a vivir la verdadera Amistad, sin restricciones y con Amor y Justicia, según Sus palabras “Amaos como Yo os he amado” (Evangelio, según San Juan, 13:34), que la Religión del Tercer Milenio reunió en el Tratado del Nuevo Mandamiento de Jesús.
¡Vamos a retribuir la verdadera amistad de Jesús hacia todos nosotros!
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1 Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo: También denominada Religión del Tercer Milenio y Religión del Amor Universal. Se trata de la Religión Ecuménica de Brasil y del mundo.
2 El título del artículo se refiere al fragmento del “Poema de la Amistad”, del inolvidable Alziro Zarur (1914-1979), famoso periodista, conductor de radio, escritor y poeta brasileño, proclamador de la Religión del Tercer Milenio. Lea en ese artículo el poema completo.
