En este 29 de junio de 2017, se conmemoran los 61 años de trabajo del Hermano Paiva Netto en la Mies de la Buena Voluntad, una fecha importante que representa mucho más que un buen ejemplo. Se trata de un hecho que inspira a las actuales y futuras generaciones, pues en todo este tiempo él nunca desistió de sus ideales, manteniéndose firme con su compromiso.
Al cumplir 61 años de relevantes servicios prestados y 76 años de vida, Paiva Netto trabaja con el espíritu incansable, para realizar siempre el Bien a favor del prójimo.
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Ese ideal de militancia, que lleva consigo desde muy joven (mostrándose preocupado por temas poco comunes y filosóficos), tiene aún más fuerza gracias a un episodio que lo marcó al inicio de la década de 1950. Paiva Netto recuerda con detalle la memorable fecha: “En 1953 cuando tenía 12 años, recibí en Rio de Janeiro, de las manos de una bella señora negra, un folleto editado por la LBV.”
Y prosigue: “Pasaron tres años y cierta mañana, desperté con un fuerte impulso de encender la radio. Cuando lo hice, escuché en la emisora Tamoio [posteriormente Radio Mundial], la conmovedora composición de Joseph Möhr (1792-1848) y Franz Grüber (1787-1863), Noite Feliz [Noche de Paz]: era el 29 de junio de 1956. Intrigado exclamé: Madre, ¿¡música de Navidad en junio!? Enseguida, Zarur empezó a leer un pasaje del Evangelio de Jesús, según San Lucas 2:14, en el que los Ángeles anuncian Su Celestial Nacimiento: “¡Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad!”. Después de oír sus disertaciones, decidido, rápidamente dije: ¡Madre, es con ese que yo voy a ir! Mi corazón se había despertado a este Sublime Ideal. Y aquel mismo día, en el que se homenajeaba a San Pedro y a San Pablo, tomé mi bicicleta y fui voluntariamente a las calles a pedir ayuda para la Institución”.