Apocalipsis: el Divino Libro entregado a la Humanidad
Juan Evangelista fue el reportero que registró hechos del pasado y del futuro.
Mucho se habla sobre el Apocalipsis, principalmente, como un libro de terribles acontecimientos por los que la Humanidad tendrá que pasar. Términos como Armagedón, bestias, dragones, caballeros del Apocalipsis parecen ilustrar las peores imágenes previstas para todos nosotros. La Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo1, sin embargo, nos invita a mirar más atentamente el verdadero origen de este libro, con el fin de que podamos tener una amplia perspectiva sobre él, sobre todo, en cuanto a su mensaje espiritual. Para esto, inicialmente, observemos los primeros versículos del Apocalipsis (1:1 al 3):
El Título, el Autor y el Tema del Libro
1 – Revelación de Jesús, el Cristo, que Dios Le dio para mostrar a Sus siervos las cosas que en breve deben suceder, y que Él las notificó, enviándolas por medio de Su Ángel, a Su siervo Juan,
2 – el cual ha dado testimonio de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.
3 – Bienaventurados aquellos que leen y aquellos que oyen las palabras de la profecía de este Libro y guardan las cosas en ella escritas, pues el tiempo está cerca.
Juan Evangelista fue un joven pescador que siguió a Jesús desde su juventud. Por haber estado al lado del Cristo en muchas ocasiones importantes, y aún después de la ascensión de Jesús a los Cielos, prosiguió con la expansión del mensaje cristiano. Su trayectoria y convicción acabaron llevándolo a la cárcel y al aislamiento en la isla de Patmos. Nonagenario, continuó su testimonio de fe y, por su perseverancia, recibió uno de los mensajes más importantes para la Humanidad: el Apocalipsis. Y conforme podemos verificar en los versículos anteriormente citados, Juan cumplió un papel de verdadero reportero, describiendo todo aquello que vio y oyó, incluso, lo que estaba mucho más allá de su tiempo, como explica el Presidente Predicador de la Religión del Tercer Milenio, Paiva Netto, investigador brasileño de temas bíblicos con más de 60 años de estudio, reconocido como uno de los más grandes predicadores de la actualidad:
Juan Evangelista
“Juan fue el reportero, como decía Alziro Zarur (1914-1979), ‘el médium escribiente’ que, en éxtasis, vio escenas tan extraordinarias en un Plano Divino –otra dimensión de Espacio/Tiempo– que, al intentar transponer esa esfera de luces lo que vislumbrara para las dimensiones finitas, lo hace de manera por muchos hoy considerada únicamente alegórica y/o limitada a los tiempos del Cristianismo primitivo. La verdad es que él no puede relatar de modo claro aquello a lo que sus ojos empobrecidos se habían desacostumbrado por la vibración de la carne”2.
REVELACIÓN DIVINA
Juan, Evangelista Profeta, fue una importante figura para que las Profecías de Dios, “las cosas que en breve deben suceder”, llegasen a todos los pueblos. Sin embargo, no se puede ignorar el primer versículo del Libro que presenta a los personajes anteriores al profeta, al empezar por el autor del libro: “Revelación de Jesús, el Cristo, que Dios Le dio...”. El Cristo fue el Único capaz de comprender ese mensaje Divino por Su testimonio de Amor a la Humanidad. No se trata de un Mensaje de castigo o destrucción, sino de ¡Sublimación y Elevación espiritual de todos nosotros! La verdadera autoría de este mensaje es Divina.
LA IMPORTANTE ADVERTENCIA
Para la Religión del Tercer Milenio, el anuncio de los hechos futuros del Apocalipsis es un proceso Pedagógico Divino de enseñarnos a vivir bajo Leyes Universales esenciales, como la Ley de Acción y Reacción. Por lo tanto, todo el dolor, guerras y sufrimientos narrados en sus páginas son fruto de la acción humana. Los símbolos que involucran estos acontecimientos son solo representaciones nacidas de la suma de maldades, de la ganancia y de corrupciones que degradan nuestro origen espiritual elevado, como elucida el proclamador de la Religión del Tercer Milenio, Alziro Zarur (1914-1979), respecto a satanás como la “suma de todas las maldades humanas. El día en que el ser humano deje de ser malo, satanás dejará de existir”.
Es importante resaltar que la trayectoria humana también fue y es marcada por muchas personas buenas que desencadenan buenos frutos al futuro de la Humanidad, y esto lo podemos identificar en las Bienaventuranzas presentes en el último Libro de la Santa Biblia y en el anuncio del acontecimiento muy esperado por todos nosotros: el Regreso Triunfal de Jesús, trayendo un nuevo Cielo y una nueva Tierra (Apocalipsis, 21:1 al 27).
Sobre la importancia de no temer al Apocalipsis, escribe Paiva Netto en su libro Jesús, el Profeta Divino, pág. 46: “El 3 de abril de 1991, en la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil, tuve la oportunidad de, predicando, dirigirme a los que me honraban con su atención: La Profecía sirve para alertar, fortalecer y dar esperanza. Ella asusta solo a los que no la quieren estudiar bajo la Intuición de Dios, los cuales, por esto, viven atemorizados. El Apocalipsis no fue hecho para aterrar con los caminos oscuros del misterio, sino para iluminar las sendas de nuestra vida, porque Apocalipsis significa Revelación. Y, como es Revelación, nos muestra lo que estaba oculto. Y, si descubrimos lo que estaba encubierto, perdemos el temor a las cosas. El desconocimiento es el padre y la madre de la ignorancia, la generadora del miedo”.
Los jóvenes de la Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo lo invitan a participar, también en este debate, sobre el último libro de la Santa Biblia, el Apocalipsis de Jesús. Escriba a: espanol@boavontade.com. Consulte también otros artículos del escritor Paiva Netto acerca de las profecías finales: www.paivanetto.com.
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1 Religión de Dios, del Cristo y del Espíritu Santo: También denominada Religión del Tercer Milenio y Religión del Amor Universal. Se trata de la Religión Ecuménica de Brasil y del mundo.
2 Fragmento extraído del libro Jesús, el Profeta Divino, pág. 39.
